El comprador sazonado sabe que hará el mejor negocio en caso de que siga las tres fases típicas del proceso de compra. En un primer momento, preocupa-se en listar sus necesidades y verificar el presupuesto necesario. Luego, sueña. Sueña, tal vez, con soluciones a sus problemas totalmente fuera de su presupuesto para, entonces, despertar, analizar los riesgos y costos, y tomar su decisión de compra.
Es válido para compras de cualquier artículo. Cuando busca soluciones tecnológicas surge otra fase, la implantación, que frecuentemente involucra la integración de productos y servicios de distintos proveedores. Observamos una actividad física y, luego, una capacitación de los usuarios. Como la inversión, en general, es importante, ninguna de estas fases debería ser olvidada y todas ocupan su tiempo. Hay casos en que surge la urgencia. Claro que el proceso puede ser apresurado, pero habrá un precio, el precio de la urgencia, que, tal vez, no sea cobrado en la adquisición, ni tan poco de forma tan evidenciada. El comprador sazonado tiene conocimiento.
Es válido para compras de cualquier artículo. Cuando busca soluciones tecnológicas surge otra fase, la implantación, que frecuentemente involucra la integración de productos y servicios de distintos proveedores. Observamos una actividad física y, luego, una capacitación de los usuarios. Como la inversión, en general, es importante, ninguna de estas fases debería ser olvidada y todas ocupan su tiempo. Hay casos en que surge la urgencia. Claro que el proceso puede ser apresurado, pero habrá un precio, el precio de la urgencia, que, tal vez, no sea cobrado en la adquisición, ni tan poco de forma tan evidenciada. El comprador sazonado tiene conocimiento.
