18 de agosto de 2009

¿Pero, cuando debo prospectar?

Siempre, claro, y no estoy escribiendo solo de trabajo pues, en todos los momentos de nuestras vidas, estamos “vendiendo” algo. No tomen “vender” como peyorativo. Propongo que leamos “vender” como “cambiar”. As veces, cambiamos por dinero, otras, por tiempo. As veces, cambiamos por amistad, hasta mismo por amor. Seguro que ahora queda más claro percibir que estamos siempre “cambiando”. Si es así, se en una cena con amigos estamos “vendiendo” amistad, ¿por que no, de la misma forma, no podemos prospectar oportunidades de negocios para nosotros y para nuestros amigos? La cena fue solo un ejemplo de actividad cotidiana, podría proponer muchas otras, incluso leer diarios de todo el mundo.